martes, 4 de septiembre de 2012

¿A qué tengo que renunciar por Jesús? ¿Ya estoy listo para ser bautizado?



¿A qué tengo que renunciar por  Jesús?



¿A qué tengo que renunciar por  Jesús?

Un hombre le preguntó a Jesús,
 ¿Cómo  puedo  nacer de nuevo?   Acaso  tengo  que entrar nuevamente al vientre de mi madre y nacer de nuevo.
Este  hombre  como  muchos  no comprende  que  Jesús nos da  la promesa de un nuevo nacimiento, en el espíritu  Santo. EL nos da una vida nueva,  la cual tenemos que cuidar con entrega  y perseverancia.
Nacer de nuevo, es  nacer  en cristo para su gloria, morir  al viejo hombre,  renacer en el nuevo hombre,  que es la fe en Jesucristo. Entregándole,  todas nuestras cargas,  y pecados, y él nos limpiara de todo  eso,  que nos alejaba de la presencia de nuestro padre en los cielos.

Cuando tenemos el  nuevo nacimiento  nuestra  carne  ya no es compatible  con  nuestra alma,  pues  este  está acostumbrada  a  los placeres de este mundo,  y  durante  tu vida  antes de conocer el amor de  Jesús,   hacías  todo  tipo de  cosas, mentiras y otros pecados que la biblia describe,  que nos alejan del amor  de Dios,  nos hacen enemigos de Dios,  y merecedores de la condenación eterna.
La palabra de  Dios  dice:
La variedad de pecados es grande, la Escritura contiene varias listas,  la carta a los Gálatas opone las obras de la carne al fruto del Espíritu: "Las obras de la carne son conocidas: fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, hechicería, odios, discordia, celos, iras, rencillas, divisiones, disensiones, envidias, embriagueces, orgías y cosas semejantes, sobre las cuales os prevengo como ya os previne, que quienes hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios" 
Romanos  5,  19 al 21 
Verso 19-Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos. 
20 -Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia; 
21- para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro.
Romanos,  capitulo 1 versos  28 al 32,
 Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; 
29- estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; 
30 -murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, 
31- necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; 
32 -quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.
 1 de corintios  6 del 9 y 10,
 ¿No sabeis Que los injustos no heredarán el Reino de Dios?, No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni adúlteros, ni los afeminados, ni los Que Se echan con Varones,
10-ni los ladrones, ni los ávaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el Reino de Dios.
 Efesios 5 del 3 al 5,
3- Pero fornicación y Toda inmundicia, o avaricia, ni Aun se nombre de Entre vosotros, Como conviene a santos;
4-ni Palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, Que No convienen  antes bien, si no en  Acciones de Gracias.
5- porque esto  sabeis, Que ningun fornicario, o inmundo, o  avaro, Que es idólatra, tiene herencia en el Reino de Cristo y de Dios.
colosenses  3- 5 al 8,
5- Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;
6-cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia,
7- en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas.
8-Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.
  2 Timoteo 3,  2 al 5,   2 Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos,
3- sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno,
4- traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios,
5- que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.

Está claro, que  todos   éramos  parte de estas listas de pecado  y  separación de la gloria de  Dios, sin embargo  Jesús, al  llegar a nuestras vidas, perdono nuestros pecados, y sano  nuestras almas,  y él no se acordó mas de ellos.
La pregunta es,  ¿a que tengo que renunciar  por la cruz? , ya tienes tu respuesta, pues  el señor viene por un hombre y una mujer,  guardada  para  recibirle en santidad  y amor.


                 

 

¿Cuál es mi misión despúes de ser nación de nuevo?




¿Cuál es mi misión des pues de ser nacido de nuevo?.


¿Cuál es mi misión des pues de ser nacido de nuevo?.

La misión de la Iglesia, está establecida en el ministerio y las enseñanzas de Jesús. El núcleo de su mensaje,  fue la proclamación del reino de Dios y que éste ya se había acercado (Marcos. 1:15). Ese reino traía consigo una gran novedad: el año agradable del Señor (Lucas. 4:15-21). Disponible para todos aquellos que le reconocieran como el Salvador e hicieran su voluntad. Una nueva manera de ejercer la justicia de Dios estaba a favor de los niños, las mujeres, los pobres, los necesitados, los marginados, los olvidados, los sufrientes.

La misión de la Iglesia proviene de su condición de Cuerpo de Cristo y de la Comisión recibida de proclamar las Buenas Nuevas del reino a toda criatura (Cf. mateo. 28:19-20). Cristo comisionó esta tarea a sus discípulos: “Así como me envió el Padre, así también yo os envío”  (Juan. 20:21). La Iglesia al ser enviada al mundo no está desprotegida, Cristo equipó a su Iglesia con todos los dones del Espíritu necesarios para su ministerio (Hechos. 1:8). El ministerio de Jesucristo es el paradigma de la Iglesia, no hay otro modelo. Él, en su amor por la humanidad, se valió de muchas maneras para revelar el amor de Dios al mundo: perdonando, sanando, echando fuera demonios, enseñando, proclamando, denunciando, testificando ante los tribunales y finalmente entregó su vida.  La Iglesia tiene ese camino que recorrer para desarrollar su misión; debe responder a situaciones y circunstancias cambiantes.


Si la Iglesia es el cuerpo de Cristo, creada y sustentada por el Espíritu Santo, debe ser, una  para dar testimonio de unidad y amor ante el mundo. Lamentablemente, la historia de las iglesias manifiesta muchas traiciones a esta vocación suprema: “para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste” (Juan. 17:21).

Estos  son los principios  de un verdadero  cristiano  nacido de nuevo en la fe  en Jesucristo nuestro salvador.
Estando  enterados de que  el pertenecer a la congregación de los  justos  requiere  esfuerzo, arrepentimiento, entrega, humildad, fe, mansedumbre de espíritu y servicio, todos estamos llamados aúna misión, y  la iglesia  junto con los nuevos creyentes,  tienen que trabajar  en el reino de  Dios  para la salvación de las almas,  así  como  hoy  tu  recibiste  esa  salvación.  

¿Y cuál es la esperanza de la iglesia?

Yo estoy con ustedes todos los días
Hasta el fin de la historia» (Mateo 28-20 )

Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro. – 1 Juan 3:2,3

2 Pedro 3:10-14

(3:10) “Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. (3:11) Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, (3:12) esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! (3:13) Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora justicia. (3:14) Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.”
Mateo 24: 42
Velad pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. 43- Esto empero sabed, que si el padre de la familia supiese a cuál vela el ladrón había de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. 44 Por tanto, también vosotros estad apercibidos; porque el Hijo del hombre ha de venir a la hora que no pensáis.

Apocalipsis 22: 20
El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.

Efesios 4:11-13
Y Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,
Hermanos  es tiempo de  romper  la murallas que el enemigo  pone  en  nuestro camino, y  que  despertemos  al conocimiento de la palabra de  Dios,  para poder  pelear  con las fuerza del mal  en el poder del espíritu santo, y poder ganar las almas para cristo.
El llamado es para todos, pero  la  obra solo la hará el espíritu de Dios, en el corazón de cada  uno,  mientras  cada  miembro del cuerpo de cristo tiene que trabajar  para  cumplir la palabra  de  ir  y  predicar  las  buenas  nuevas de salvación a la  humanidad,  y  hablarles  con  el  testimonio y las buenas obras  al mundo,  de  que  Jesús es  el único  por el cual  podemos ser salvos del fuego del infierno,

“Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.” 2. Timoteo 4:1-2

¿Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian las
Buenas nuevas . Romanos 10:15.
Esta es la misión que tienes,  y la razón por la que cristo te llamó a la salvación  para que seas luz en tu casa, y en todo lugar donde estés  para testimonio y que sirvas a Dios en todo tiempo, con perseverancia y amor, esperando en la fe,  amen.





¿Qué es el arrebatamiento de la iglesia?


¿Qué es el arrebatamiento de la iglesia?

La Segunda Venida. 
¿Qué es?
La segunda venida es cuando Jesucristo regresará a la tierra en cumplimiento de sus promesas, y a cumplir las profecías acerca de él. El mismo Jesús prometió: "entonces aparecerá la señal del hijo del hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra. Y verán al hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria" (mateo 24:30). Apocalipsis 19:11y 12,  proclama esto acerca de la segunda venida: "entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba fiel y verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas. y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo." 

Aquellos que presenciaron la ascensión de Cristo al cielo después de su muerte y resurrección, escucharon a los ángeles declarar en Hechos 1:11: "Varones galileos... ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo." La Segunda Venida es el regreso literal de Jesucristo a la tierra como Rey, en poder y gloria, para reinar por mil años (Apocalipsis 20:1-6).
Los profetas del Antiguo Testamento no parecieron entender completamente esta distinción entre las dos venidas de Jesús (Su nacimiento y Su Segunda Venida) como se ve en Isaías 7:14; 9:6-7; y Zacarías 14:4. Aquellos que argumentan que Jesús no era el Mesías porque no cumplió todas las profecías del Antiguo Testamento acerca del Mesías, no toman en consideración la Segunda Venida de Cristo, en la que Él cumplirá todas las profecías acerca del Mesías. La primera venida de Cristo fue para ocupar nuestro lugar y recibir el castigo exigido por el pecado. Su Segunda Venida derrotará al pecado por toda la eternidad. 

La Segunda Venida también no debe ser confundida con el evento referido como el arrebatamiento  el arrebatamiento se refiere al tiempo cuando Jesucristo regresará para llevarse a todos los creyentes de la tierra (1 de Tesalonicenses 4:13-18;  Pero no queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como lo hacen los demás que no tienen esperanza. 14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios traerá con El a los que durmieron en Jesús. 15 Por lo cual os decimos esto por la palabra del Señor: que nosotros los que estemos vivos y que permanezcamos hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16 Pues el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo se levantarán primero. 17 -Entonces nosotros, los que estemos vivos y que permanezcamos, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes al encuentro del Señor en el aire, y así estaremos con el Señor siempre. 18 Por tanto, confortaos unos a otros con estas palabras.
 1 Corintios 15,50-54.
 50 -Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.
51- He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados,
52- en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.
53 -Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.
54- Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.
55- ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?
56 -ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley.
57 -Más gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
58 -Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
La iglesia tiene muchas posiciones acerca del arrebatamiento, pero la Segunda Venida es indiscutida. La Segunda Venida, es el evento cuando Jesucristo regresa a la tierra a derrotar al mal y establecer Su reino de justicia y paz.
La Segunda Venida - ¿Por qué es importante?
En primer lugar, la creencia en la Segunda Venida de Cristo es importante porque claramente es lo que enseña la Biblia. Dudar la realidad de la Segunda Venida es dudar la confiabilidad y validez de la Palabra de Dios. Segundo, la Segunda Venida es importante porque Jesús Mismo lo prometió. Si Jesús estaba equivocado acerca de la Segunda Venida, ¿cómo podemos confiar en lo demás que enseñó? La Segunda Venida de Cristo es nuestra esperanza y confianza de que Dios está en control de todas las cosas y es fiel a Su Palabra y Sus promesas. Tito 2:13: "...aguardando la esperanza bienaventurada - la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo." 

La Segunda Venida es también importante porque vendrá en un tiempo cuando el mundo necesitará más de un Rey justo. Apocalipsis, capítulo 6-18 describe los últimos tiempos antes de la Segunda Venida de Cristo. El mundo será devastado, millones de personas perecerán, y la persona más diabólica en toda la historia será el gobernante del mundo entero. La Segunda Venida de Cristo pondrá fin a todo esto. Apocalipsis 19:15-16 dice: "de su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones. 'Y él regirá con vara de hierro.' y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: rey de reyes y señor de señores."
La Segunda Venida - ¿Cuándo será?
Tal vez ningún evento en la historia del mundo ha sido más anticipado que la Segunda Venida. Cada generación de creyentes, incluyendo los creyentes en el Nuevo Testamento, ha creído firmemente que Jesús regresará durante sus vidas. 2da de Tesalonicenses 2:1-2 nos dice: "Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con Él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca.
Esperando que este materia  haya sido de  bendición para los nuevos creyentes   estas oración.

Señor bueno y santo gracias por  la oportunidad de conocerte, y por qué  hoy puedo decir que soy salvo por la fe y el amor, que  tú  por medio de tu palabra me haces sentir,  gracias por que  un día  cada  uno de nosotros estará a tu lado en el cielo, y nunca más  tendremos hambre de  paz  y  justicia,  porque tú  serás  todo lo que  anhele  nuestra alma,  gracias  por  tu palabra y  por tus promesas.  AMÉN. 

Principios de un verdadero cristiano.


Principios  de un verdadero cristiano.




Obediencia.

Cuando tu  desarrollas este principio en tu vida, las cosas  que están a tu alrededor  trabajan en suma armonía, pues el que es obediente, es recompensado por Dios  pues  acata fielmente, su ley  y su verdad, y esto lo llevara de gloria en gloria.
¿Pero  a que  tengo  que ser obediente y a quién?

Según la Biblia, la obediencia es una demostración de nuestro amor a Dios, y en consecuencia nos acerca más a Él. Juan 14:21  El que tiene mis mandamientos, y los guarda, aquél es el que me ama; y el que me ama, será amado de mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.
Obedientes a la palabra de Dios y al evangelio de cristo, que es para salvación y vida eterna.
Si dices que amas a Dios  lo demostraras con tu obediencia a sus mandatos.

Amor  al prójimo

"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. Juan 3:16
Dice el señor;
Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan. - Proverbios 8:17

En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros: En que Dios envió a Su Hijo unigénito, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: No en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros, y envió a Su Hijo en propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. – (1de Juan 4:9-11)

Y nosotros hemos conocido y creído el amor de Dios. Dios es amor. Y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. – 1 de Juan 4:16

Nosotros le amamos a él, porque Él nos amó primero. Si alguno dice: "Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? – 1 de Juan 4:19-20


En esto se manifiestan los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios. 1 de Juan 3:10


Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y más grande mandamiento. Y el segundo es semejante: 'Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Mateo 22:37-39



¿Qué es el amor?


El amor es sufrido, es benigno; El amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece. No hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor. No se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser… Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres. Pero el mayor de ellos es el amor. - extractos de 1ra de Corintios 13:4-13

Y así  pasaríamos   todo el curso  hablando del amor,  pues durante toda la biblia  el amor prevalece,  y el señor nos enseña  que el amor es uno de los más importantes mandamientos,  y  que   se demuestra el más puro amor,  que Dios  nos dio a su hijo y con esto  pone  un principio de amor  para  los santos redimidos  por su  sangre.

Principios:

Uno de Los Principios de Un Cristiano, Es El Perdón :


Según la Biblia, existe un solo pecado por el cual Jesús dijo: que no había perdón del Padre, a saber, la blasfemia contra el Espíritu Santo (Marcos. 3:28; Mateo. 12:32).

 El contexto de esta declaración, indica que este pecado consiste en atribuir a los demonios o espíritus impuros,  lo que en realidad, es obra del Espíritu Santo.

Para que el hombre reciba el perdón se requiere arrepentimiento (Lucas. 17:3-4). Para que Dios otorgue el perdón, se requiere derramamiento de sangre (Hebreos. 9:22; Levíticos. 17:11). Nuestro perdón se basa sobre el sacrificio de Cristo en la cruz (1 Juan 1:7; 2:12). Como cristianos, se nos llama a perdonar de manera, tan plena como nosotros mismos hemos recibido el perdón de Dios (Mat 6:12; Col. 3:13).
Ahora bien se sabemos que Dios nos ha perdonado de nuestros pecados, aun sin merecerlo, ¿No crees que nosotros debamos también imitar este acto de amor, y perdonando a todos aquellos que nos ofenden?
La Falta de Perdón ata a las personas con el resentimiento, lo tiene encadenado, la falta de perdón es el veneno más destructivo para el Espíritu, ya que neutraliza los recursos emocionales que tienes.

El Perdón nos libera de ataduras que nos amargan el alma, y enferman el cuerpo.
¿Cómo se debe Perdonar? o Pasos para perdonar.

1. Hacer conciencia: Requiere recordar y analizar quien fue el agresor y porque.
2. Buscar consejo Sabio: Consiste en conversar y analizar con una persona de confianza, objetiva, capaz de escuchar, analizar la situación y dar un consejo sabio.
3. Compasión o Misericordia: Significa esforzarse para ver al agresor como un ser humano, tratar de comprender lo que le llevo a causar daño.
4. Humildad: Es necesario eliminar el orgullo, que actúa como una barrera antes de ceder el perdón.
5. Perdonarse a sí mismo, haciendo real en su vida el perdón que Jesús le dio: Reconocer que Jesús me ha perdonado, y a la vez perdonarme a mí mismo de todo aquello que me está causando intranquilidad en mi corazón.
2.
6. lo más importante de todo, permitir que Jesús actué en mi vida con completa libertad y que sea el que guie la barca de mi vida.


Conclusión:
Para poder perdonar tenemos que entender, que la voluntad de Dios para nuestra vida es que tengamos un corazón perdonador, que echemos fuera todo resentimiento o rencor que se quiere anidar en nuestra vida, y permitir que Jesús sea quien guié por completo nuestra vida.

¡¡¡Jesús quiere que perdonemos así como él nos perdona a nosotros!!!



Compasión:

Fiipenses 4:10, "Ahora, he recibido mucha felicidad interna por medio del Señor grandemente, que ya al fin has reavivado su cuidado para mí; en verdad, antes se preocupaban, pero les faltaba la oportunidad.”

La palabra “cuidado” es el modo infinitivo, la voz activa, el tiempo presente del verbo griego phroneo, que significa cuidar o preocuparse de otros, con el pensamiento objetivo, o ser compasivo y cuidar a otros. Ésta fue la actitud de esos creyentes en la iglesia de Filipo, aunque Pablo hizo un gran error en Jerusalén. Un creyente puede servir a Dios fielmente por muchos años, y luego las dificultades comienzan a agotarlo, y él comienza a actuar con torpeza, y comienza a tener dificultades. Entonces alguien motivado por el amor de Dios y la compasión le comienza a ministrar, y la gracia de Dios llega a ser más verdadera para el creyente, visto que él finalmente ve el propósito eterno detrás de cada situación en su vida.
Pablo reconoce que la gracia de Dios está siendo manifestada a través de la compasión y la preocupación de los creyentes que son nacidos de nuevo. Él descubrió la victoria de su situación, y fue la ternura y la compasión de otra persona que hizo la diferencia. Él escribió en gálatas 6:2, "Llevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.” Pablo se alegró cuando vio que los individuos estaban aplicando lo que habían aprendido; en hecho, esta función es tan importante, que Dios el Espíritu Santo específicamente les ha dado a algunos creyentes, ciertos dones espirituales específicamente para este propósito, llamados la exhortación y la misericordia, romanos 12:8, "el que exhorta, en la exhortación; el que da, con liberalidad; el que dirige, con diligencia; el que muestra misericordia, con alegría.” Él nos conforta cuando pasamos por épocas duras, y Él nos trae a otras personas que están pasando por épocas duras, de modo que podemos estar allí para ellas, igual como Dios estaba allí para nosotros. 2 corintios 1:3-6



Santidad

La santidad definida.

La santidad es una de las características básicas de Dios. En lo que se refiere a Él, la palabra denota pureza y perfección absoluta. Solo Dios es santo en Sí mismo. Cuando la palabra se aplica a personas u objetos hace referencia a lo que ha sido separado o puesto aparte para Dios. Para los Hebreos del Antiguo Testamento, la santidad incluía tanto el concepto negativo de la “separación” como el concepto positivo de la “dedicación.” Para los cristianos que han nacido de nuevo, significa específicamente la separación del pecado y del mundo, y la dedicación a Dios. Puesto que hemos recibido del Espíritu Santo de Dios, hemos recibido poder sobre el pecado, la enfermedad, y el diablo (Marcos 16:15-18). Este poder sobre el pecado nos permite llegar a ser testigos de que verdaderamente hemos nacido de nuevo, (Hechos 1:8). Podemos decir, “Dios me ha salvado del pecado. Él me ha sacado del pecado.”

La santidad es esencial para la salvación.

Hebreos 12:14 es tan fuerte, tan cierto, y tan pertinente a la salvación como las palabras, “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.” “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios” (Juan 3:3, 5). Después de la experiencia del nuevo nacimiento, un conflicto surge entre la carne y el espíritu que ha nacido de nuevo. Esta batalla es una batalla para la santidad y debemos ganarla a fin de ser salvos.

La necesidad de la separación.

Dios es santo y demanda que su pueblo sea santo, como Él (1 Pedro 1:15- 16). Comenzando con el pecado de Adán y Eva, el pecado del hombre lo ha separado de un Dios santo. La única manera para restaurar la comunión original entre el hombre y Dios es que el hombre se separe del pecado. La decisión es o la separación de Dios o la separación del pecado. Hay solamente dos familias no más: la familia de Dios y la familia de Satanás, quien es el dios de este sistema mundial, (1 Juan 3:10; 2 Corintios 4:4). No hay terreno neutro. Estas dos familias son distintas y separadas. Una es una familia santa, un sacerdocio santo (I Pedro 2:9). La otra es una familia profana. La llamada a la separación de este mundo profano es clara y explícita. “Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré,” (2 Corintios 6:17).

Un sacrificio vivió.


“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento” (Romanos 12:1-2). Esta escritura da más significado a las ideas de la santidad, y de la separación. La santidad incluye un sacrificio de nuestros deseos y voluntades. Debemos presentarnos a nosotros mismos en una manera que es aceptable a Dios. Simplemente es nuestro deber razonable hacerlo. Esto significa que deberíamos estar dispuestos a hacer cualquier cosa para que seamos aceptables a Dios, sin considerar el sacrificio. Debemos ser santos y separados a fin de ser aceptables.

La santidad es impartida por el Espíritu Santo.

Solamente por medio de la ayuda divina puede el hombre llegar a ser santo. La santificación (la separación) comienza cuando uno oye el evangelio, y continúa mediante la fe, el arrepentimiento, y el bautismo en agua en el nombre de Jesús; pero se realiza principalmente por medio del Espíritu Santo, que nos llena y mora en nosotros (1Pedro 1:2). En estos tiempos, las leyes de Dios no son escritas en tablas de piedra. Sin embargo, esto no significa que Dios no tiene ningunas leyes; porque Él tenía leyes aún en el Huerto de Edén. Lo que sí significa es que hoy Dios escoge escribir Sus leyes en nuestros corazones mediante la fe por el Espíritu Santo, (Jeremías 31:33, Hebreos 10:15-17). Por lo tanto, todas las personas que están llenas del Espíritu Santo y que permiten que el Espíritu les guíe, tienen las leyes de Dios escritas en sus corazones. Esto significa que podemos ser guiados por una conciencia, y por las impresiones y convicciones del Espíritu Santo. Tenemos una base fundamental de la santidad morando en nosotros.

La santidad es enseñada directamente por el Espíritu Santo en nosotros.

De lo que acabamos de decir, esto es evidente y es apoyado por Jesús mismo. “Más el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho” (Juan 14:26).

La santidad es enseñada por pastores y maestros llenos del Espíritu Santo.

¿Qué significa? I Juan 2:27 que dice, “Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.” Esta escritura simplemente habla de la santidad básica que mora en todos los que han recibido el Espíritu Santo. No significa que no es necesario ser enseñado por un maestro lleno del Espíritu Santo y llamado por Dios. Según Efesios 4:11-12, un maestro es una dádiva de Dios, a fin de perfeccionar a los santos. La lucha para la perfección abarca todo lo que significa la santidad, y Dios nos ha dado el ministerio de los pastores y maestros para ayudar que los santos triunfen en aquella lucha.

La santidad es enseñada por la Biblia.

La Biblia no trata de dar respuestas específicas, a las situaciones incontables que un individuo puede encarar. Con este fin Dios nos ha dado el Espíritu Santo y el ministerio. La Biblia sí da directivas básicas que se aplican a hombres y a mujeres de todas las culturas, edades, y situaciones. La Biblia nos declara lo que a Dios le gusta y lo que no le gusta. Nos declara las prácticas y las actitudes que Dios no acepta, y las que El espera de Su gente.

La santidad es un asunto individual.

Filipenses 2:12 dice, “ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor.” Esto no permite, que cada individuo crea sus propias reglas para ser salvo, pero significa que cada uno debe efectuar o realizar su salvación propia con temor y respeto. En otras palabras, últimamente la salvación es la responsabilidad propia del individuo. Después de recibir la experiencia del nuevo nacimiento, cada individuo tiene  que persevere hasta el fin de la carrera. Él debe quedarse con lo que Dios le ha dado. (Hebreos 3:14).

Fe.

La fe es un concepto muchas veces atacado por intelectuales y sobrestimado por personas religiosas alrededor del mundo. Es por tanto conveniente tratar de comprender más acerca de ella y evitar cuando la utilicemos, que nuestra fe sea referida como “fe ciega.”

Según el diccionario, fe es la creencia confiable en la verdad, la validez o seriedad de una persona, idea o cosa.
Según la Biblia: Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve (Hebreos 11:1).

En muchas situaciones no tenemos control, no podemos tener control, de los eventos futuros, sin embargo tenemos que tomar decisiones y actuar como si supiéramos lo que va a ocurrir. La mayoría de la gente que vuela en un avión, desconoce si cada uno de los elementos que permiten su correcto funcionamiento está en perfectas condiciones, sin embargo confía, tiene fe, en que el equipo mecánico de la empresa aérea realizó correctamente su tarea de mantenimiento y revisión y actúa en consecuencia: haciendo planes sobre lo que va a realizar luego de un aterrizaje normal. Sin fe, nos paralizaríamos.

Ahora bien, la fe no es una esperanza supersticiosa, la fe es la confianza derivada de la verdad, o al menos, de nuestro entendimiento de las verdades que gobiernan la vida, tanto en el pasado, como en el presente y en el futuro. En este sentido, la fe es individual. Nadie puede tener fe por otro, o transferirle fe embotellada.


Finalmente, la fe debe reflejarse en nuestro carácter. La confianza en Dios, en nuestra familia, en nuestros compañeros de trabajo, nos permitirá concentrarnos en nuestras propias responsabilidades, sin preocuparnos desmedidamente en cuestiones fuera de nuestro control, aun cuando de momento los resultados nos sean adversos. Debemos tener siempre presente, que un buen carácter, con su dosis de fe incluida, produce frutos a su debido tiempo. Y por supuesto, jamás olvidar la fuente de la fe: Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios (Romanos 10:17).  Celo por la verdad


Testimonio

Una base para el testimonio cristiano
1. Para los cristianos es un privilegio y una alegría dar razón de la esperanza que está en ellos y hacerlo con “mansedumbre y reverencia” (lease1Pedro 3:15).

2 Jesucristo es el testigo supremo (léase Juan 18:37). Dar testimonio cristiano es siempre compartir su testimonio, que adopta la forma de proclamación del Reino, de servicio al prójimo.
De mismo modo que el Padre envió a su Hijo en el poder del Espíritu Santo, los creyentes son enviados en misión para dar testimonio, en palabra y obra del amor del Dios.
3- El ejemplo y la enseñanza de Jesucristo, y de la Iglesia primitiva tienen que guiar la misión cristiana. Durante dos milenios los cristianos han tratado de actuar conforme a Cristo, dando buenas nuevas del Reino de Dios (léase Lucas 4:16-20).

4- El testimonio cristiano en un mundo plural, incluye el compromiso de entablar el diálogo con creyentes de  religiones y culturas diferentes, ( Hechos 17:22-28).

5 En algunos contextos, vivir y proclamar el evangelio es difícil, tropieza con muchos obstáculos y hasta puede estar prohibido; Sin embargo los cristianos han recibido el mandamiento de Cristo, de continuar fielmente su testimonio de él, en solidaridad unos con otros. Léase (Mateo 28:19-20; Marcos 16:14-18; Lucas 24:44-48; Juan 20:21; hechos 1:8).

6 Si los cristianos, utilizan métodos inadecuados para ejercer su misión, recurriendo a la coacción o a engaños, están traicionando el Evangelio y pueden causar sufrimiento a otros. Por esas desviaciones estamos llamados al arrepentimiento y nos recuerdan la necesidad de la gracia sin fin de Dios (léase  Romanos 3:23).

7 Los cristianos afirman su responsabilidad de dar testimonio de Cristo, pero saben que la conversión es en última instancia, obra del Espíritu Santo (léase  Juan 16:7-9; Hechos 10:44-47). Reconocen que el Espíritu Santo, sopla donde quiere en formas que ningún ser humano puede controlar. (léase Juan 3:8).

Humildad:


La Biblia muchas veces contrasta el orgullo con la humildad. Notemos algunos de sus contrastes:
“Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes” (Santiago 4.6).
“Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido” (Lucas 14.11).
“La soberbia del hombre le abate; pero al humilde de espíritu sustenta, la honra” (Proverbios 29.23).
“Mejor es humillar el espíritu con los humildes que repartir despojos con los soberbios” (Proverbios 16.19).
“Jehová asolará la casa de los soberbios” (Proverbios 15.25). “Pero los mansos heredarán la tierra; y se recrearán con abundancia de paz” (Salmo 37.11).
“Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu” (Proverbios 16.18). “Cualquiera que se humille (...) ése es el mayor en el reino de los cielos” (Mateo 18.4).
“Y tú (...) que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades serás abatida” (Mateo 11.23). “Humillaos delante del Señor, y él os exaltará” (Santiago 4.10).

Otro contraste entre el orgullo (considerarse uno superior a los demás) y la humildad (reconocer uno que es indigno) se presenta en Lucas 18.9–14. El fariseo que se exaltó a sí mismo no logró favor de Dios, mientras que el publicano quien confesó ser pecador alcanzó misericordia. Dios siempre condena el orgullo, mas siempre aprueba la humildad.

1. Dios así lo ordena en su palabra: manda que los santos se humillen “bajo la poderosa mano de Dios” (1 Pedro 5.6), que se vistan de humildad (Colosenses 3.12), que se revistan de humildad (1 Pedro 5.5) y que anden con toda humildad (Efesios 4.1–2).

2. Dios se satisface con la humildad y la bendice:
(Lea  Proverbios 16.19; Mateo 5.3, 5.) Dios da gracia a los que son humildes (Santiago 4.6). Los que poseen la humildad son los mayores en el reino de Dios. “Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad” (Proverbios 22.4).
3. La humildad es la precursora de la exaltación verdadera:
¿Ha notado usted que la Biblia con frecuencia habla de la exaltación junto con la humildad? Sin embargo, no debemos tratar de humillarnos con la esperanza de ser exaltados. Es importante saber que la senda del orgullo siempre lleva al desastre, mientras que la senda de la humildad siempre lleva a la exaltación. Pero no debemos preocuparnos de cuándo y cómo seremos exaltados. Dios se encargará de todo eso. Lo que nos toca a nosotros es seguir en la humildad, confiar en Dios, obedecer su palabra, mantenernos al pie de la cruz y recordar que las promesas de Dios a los humildes son seguras.


4. Dios escucha las oraciones de los humildes:
“No se olvidó del clamor de los afligidos” (Salmo 9.12). Los ninivitas se vistieron de cilicio y ceniza ante Dios. Ezequías se humilló ante Dios y oró que fuera librado del poder de Senaquerib. El publicano rogó a Dios por misericordia. Todos estos acudieron a Dios en humildad, y él oyó sus oraciones. A nuestro Dios Todopoderoso le place contestar las oraciones de los mansos y humildes que vienen a él con súplicas y oraciones.


Renuncia


Lucas: 18 del  18 al 30

18:18 -Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?

18:19 Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo Dios.

18:20 Los mandamientos sabes: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre.

18:21 Él dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud.

18:22 Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.

18:23 Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico.

18:24 Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!

18:25 Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.

18:26 Y los que oyeron esto dijeron: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?

18:27 Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.

18:28 Entonces Pedro dijo: He aquí, nosotros hemos dejado nuestras posesiones y te hemos seguido.

18:29 Y él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios,

18:30 que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna.

La palabra de Dios nos enseña a que tenemos que  renunciar  a todo lo que nos aleja de  la gracia de  Jesucristo y al mundo que nos daba todo tipo de satisfacciones  en la carne para  dedicarnos a Cristo y así a cumplir su mandato de  seguirle. La recompensa  será grande  en los cielos  lamentablemente  este principio del evangelio de Cristo  no es muy  practicado, por esta causa  hay muchos  que  son  convencidos  y no convertidos, es necesario nacer de nuevo. Espero que tú  nazcas de nuevo en la fe  por cristo y vivamos  juntamente con él en su reino ya sea que seamos arrebatados alas cielos o no.


El verdadero cristiano, es el que entrega su vida para servir al señor,  siendo imitador de cristo en todo. Pues  el es nuestro modelo a seguir.






¿Qué es el evangelio?


¿Qué es el evangelio?


Escuchamos  mucho sobre  el evangelio de cristo, y que es lo que nos  vino a enseñar,  por medio de los   apóstoles y  todas  sus enseñanzas, pero  ¿qué es un evangelio? y ¿qué es lo que tengo que hacer para seguirlo?

En esta parte del discipulado  un modelo a seguir,  empieza una de las partes más hermosas de la vida en cristo, cada uno de nosotros tiene que sentirse  privilegiado de  ser  un seguidor de Jesucristo. y  un imitador de su amor y su misericordia,  pues  el modelo  a seguir es  Jesús,  pero  como es Jesús,  y que  cosas  él  nos  enseñó  para  poder  seguirle.

Primero  que todo   quiero que sepas  que  Jesús  te ama,  y su muerte en la cruz  fue  por ti, si  hoy  le pides que sea  tu  salvador, le  sigues  con fe,  y entrega,  el  te llamará por tu nombre, y t e  dará la  paz y el gozo  hasta el día de su venida,  donde todos  sus santos  se  regocijaran en  su  presencia.
En esta parte  estudiaremos  a  Jesús, y  cuál  fue  el evangelio de  buenas nuevas que nos enseñó, por medio de los  apóstoles, para poder seguir  sus pasos, y  poder  llegar a la altura del varón perfecto, que es  cristo Jesús.



"Crecer hasta alcanzar la estatura del varón perfecto" de acuerdo a Efesios 4:13-15 que dice:

13 -hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;

14 -para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,

15- sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,

Siendo  imitadores  de  cristo, 5:1  Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.
5:2 -Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.
1 Corintios 11:1 “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo. Efesios 5:1 “Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.” Filipenses 3:17 “Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros.”

Hay un objetivo muy importante, si nos asemejamos a Cristo, Jesús orando al Padre le dice: Juan 10:30 “Yo y el Padre uno somos.”  Juan 17:22 “La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.” Y Pablo lo expresa en una forma más definitiva cuando dice: Gálatas 2:20 “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.” La idea de Jesús es que siendo sus imitadores nos asemejemos a él para que nuestro Padre Celestial nos vea cómo ve a Jesús su Hijo.

Ciertamente   la biblia nos enseña  que  tenemos que ser  imitadores del santo y admirable salvador, por esto estudiaremos  como fue Jesús y  cómo podemos ser verdaderos Cristianos,  y dar testimonio de santidad y fe  en Jesucristo,  dejando que el viva en nosotros y  gobierne  en nuestras vidas.


¿Quién es Jesús?
Como  ya  al principio de esta guía  vimos  Jesús  es el  hijo de Dios  y el ejemplo de vida de los cristianos nacidos de nuevo.

Según la tradición cristiana y los escritos bíblicos, Jesús nació en Belén, pero junto a sus padres María y José, debió huir a Egipto porque el rey Herodes lo buscaba para matarlo ya que vio en Él a un posible rival. Cuando Jesús regresó a Nazaret, al sur de la región de Galilea, fue bautizado por su primo Juan Bautista a orillas del río Jordán. Durante la ceremonia se vio descender al Espíritu Santo en forma de paloma y se escuchó la voz de Dios desde el cielo.




Mateo: 13 al 17.
13 Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él.
14 Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?
15 Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó.
16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.
17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.

En esta parte  de la escritura  Jesús  establece el bautismo  para el creyente y los que  aceptaron la verdad de su mensaje y el evangelio de salvación.

Una de las cosas que Jesús  hizo, y nos enseño es que  tenemos que ser obedientes  con los mandatos de nuestro padre  el Dios de los cielos,  y Jesús vino a cumplir la voluntad de  Dios, y  nosotros estamos para cumplir la verdad de Cristo en este mundo.
Amor.
Obediencia.
Perdón.
Perseverancia.
Fe.
Renuncia.
Humildad.
Compasión.
Durante tu vida en cristo, estudiaremos  la biblia conociendo a Jesús, y el modelo a seguir en nuestras vidas, y poder ser luz de nuestros hogares y trabajos, para dar testimonio del amor verdadero  que es cristo Jesús,  y que  la fe  en él  no es una religión, sino  un estilo de vida,  llega de esperanza y seguridad en el espíritu santo.




¿Qué es el bautismo?



¿Sí yo, soy bautizado al nacer, tengo que hacerlo otra vez?

¿Qué es el bautismo?

Bueno, según la religión católica, el niño al nacer  tiene que ser bautizado.

Requisitos para el Bautismo:

Los padres tienen la obligación de hacer que los hijos sean bautizados en las primeras semanas. Cuanto antes después del nacimiento, e incluso antes de él, acuden al párroco para pedir el sacramento para su hijo y prepararse debidamente. (CIC 867) centro de cultura teología el libro de los católicos.



¿Pero qué dice la  biblia de este tema, y qué es el bautismo?.


El Bautismo Cristiano.

Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre,  del Hijo, y del Espíritu Santo." (Mateo 28:19).
El bautismo cristiano, es una ordenanza establecida por el Señor Jesucristo para todos los creyentes. Por lo tanto, siendo un mandato divino, no es una "opción" personal.

El significado de la palabra "bautismo": En el original griego significa: sumergir ó hundir. Un estudio del uso de esta palabra en la literatura griega, a lo largo de un período de 2000 años permite comprobar que siempre conservó su significado básico sin cambios. Es decir, que cada vez que se usa la palabra bautismo, invariablemente tiene relación con una acción de inmersión. (Colocar algo dentro del agua, sumergiéndolo completamente).

El modo del bautismo: Considerando el concepto anterior, el bautismo debe ser efectuado por inmersión. Sólo de ese modo se ajusta al modelo bíblico establecido desde la iglesia primitiva. Este aspecto, será comprendido mejor cuando consideremos más adelante la figura simbólica del bautismo.
En cuanto a la práctica de ciertas iglesias de bautizar por aspersión, es preciso advertir que no tiene ninguna base escritural, y que se originó, en la creencia errónea de algunos grupos religiosos que le asignaron al bautismo un carácter imprescindible para alcanzar la salvación. De acuerdo con esa falsa interpretación, (que la salvación depende del bautismo) si una persona muriera sin ser bautizada estaría perdida.




LAS INTERPRETACIONES FALSAS DEL BAUTISMO: 

1) Que es necesario para la Salvación: Como vimos anteriormente, se trata de un serio error doctrinal, porque únicamente obtenemos salvación por la fe en Cristo como Salvador personal, sin que el bautismo sea un requisito para ser salvos.

"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe". (Efesios 2:8/9)

"Así que arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio". (Hechos 3:19)

No encontramos en las Escrituras ninguna prueba que permita afirmar, que el bautismo es ineludible para ser salvo. El ladrón arrepentido, crucificado junto al Señor. Jesucristo no tuvo oportunidad de ser bautizado pero fue salvo porque creyó en el Señor. (.Lucas 23:40  al 43)


2) Que es necesario bautizar a los infantes: Los grupos religiosos que admiten la práctica errónea de bautizar a los niños pequeños, justifican ese proceder con alguno de los siguientes argumentos:

a) Que el bautismo es imprescindible para la salvación, y que al bautizarse cualquier persona es introducida en la grey cristiana. Entre ellos los bebés.
Ello carece de fundamento bíblico. Lo imprescindible para la salvación es la fe personal en Cristo. La fe siempre debe preceder al bautismo.
Un bebé no es responsable de pecado ni de sus propios actos. Aún no tiene la comprensión necesaria para tomar decisiones cabales. Por lo tanto, el bautismo no tiene valor ni significado cuando se lo administra a un bebé.
El bautismo no produce regeneración, ni introduce a nadie en la Iglesia de Cristo, ni lo coloca en la esfera cristiana. Es el Señor el que añade a la Iglesia a los que son salvos por la fe en Él. (Hechos 2:47). Lo que sí debe hacerse es instruir a los niños en la Palabra de Dios. "Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús." (2ª Timoteo 3:15)

b) Que el bautismo reemplaza a la circuncisión. Esto no es verdad por los siguientes motivos:

1º- La circuncisión se les practicaba a los bebés varones judíos, pero el Nuevo Testamento registra el bautismo de mujeres. "Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el Nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres". (Hechos 8:12). (Ver también el relato del bautismo de Lidia en Hechos 16:14 al15). (Si el bautismo reemplazara a la circuncisión, sólo podrían bautizarse los varones)

2º- La circuncisión era obligatoria para los judíos y no tenía relación con la fe del bebé. Se le practicaba para vincularlo con el pacto de la circuncisión. (Hechos 7:8)




3º-El bautismo no vincula al creyente con ningún pacto, ni guarda relación con su nacionalidad. Un creyente se bautiza  porque ya fue salvo por fe.

Por consiguiente, y a la luz de las Sagradas Escrituras, no puede justificarse el bautismo de bebés.

3) El bautismo, es por aspersión, porque representa la venida del Espíritu Santo, sobre el creyente: Quienes afirman esto, razonan que si la Cena del Señor es figura de los acontecimientos del Calvario, no hace falta otra ordenanza como el bautismo para simbolizar el mismo evento. Por lo tanto cambian su significado, y como resultado se confunden en ambas cosas.
Ningún argumento es válido si se apoya en las deducciones humanas, sin el debido fundamento escritural.


¿Quiénes deben ser bautizados?

Todos los creyentes, y sólo los creyentes.

"Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados". (Hechos 2:41)

"Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua: ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Y mandó a parar el carro y descendieron ambos al agua; Felipe y el eunuco, y le bautizó". (Hechos 8:36 al 38)

"Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta, a lo que Pablo decía. Y cuando fue bautizada,  su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos." (Hechos 16:14 al15)

"Y Crispo, principal de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa; y muchos de los corintios, oyendo, creían y eran bautizados" (Hechos 18:8).

El simbolismo del bautismo: Como vimos antes, el bautismo requiere la inmersión completa del creyente en el agua. Esto es así porque el bautismo es una figura simbólica de la identificación espiritual del creyente con la muerte, sepultura y resurrección del Señor Jesucristo. El bautismo en agua es una demostración visual del bautismo en Cristo. (ya efectuado en el momento de la conversión). Exhibe al creyente, siendo sumergido en las aguas de la muerte. (en la persona del Señor Jesús) y presenta,  al nuevo hombre en Cristo, levantándose para andar en novedad de vida. Al ser sumergido bajo el agua, el creyente da testimonio de que todo lo que era como pecaminoso hijo de Adán, fue llevado a la muerte en la cruz. Al salir del agua, está manifestando que "ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí, y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí (Gálatas 2:20).

El propósito del bautismo:
1) Obedecer el mandato del Señor: El bautismo no otorga la salvación, pero cada creyente recibe la aprobación del Señor cuando le obedece en su mandato, con el gozo resultante.

2) Dar testimonio de la identificación del creyente con Cristo, según lo examinado anteriormente.

3) Dar testimonio de la identificación del creyente con la Iglesia. La identificación con Cristo es al mismo tiempo la identificación con su cuerpo, la Iglesia.
La muerte y resurrección con Cristo no sólo se refieren a la unión personal con Cristo, sino también a la unidad con su cuerpo, compuesto por muchos miembros. "Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo..." (1ª Corintios. 12:12 al 13)

4) Ser reconocido como miembro de una iglesia local, en función de lo anterior.
En Hechos 2:41 al 42 leemos textualmente:

"Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones."

Luego de convertirse a cristo, los creyentes, fueron bautizados y se añadieron a la iglesia local para "perseverar", en todas las actividades de la misma, incluyendo la participación en la Cena del Señor.

Ni a través del bautismo, ni por ningún otro medio, los hombres pueden comunicar energía espiritual o facultades extraordinarias. De manera que el valor del bautismo no está dado por los dones o el renombre del que bautiza.
"¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo? (1ª Corintios. 1:13).


La participación en la cena del señor: En Hechos 2, encontramos que los que fueron bautizados "perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones."
Las ordenanzas para la iglesia son dos: 1) El Bautismo y 2) La Cena del Señor. Ambas fueron ordenadas por el Señor y se refieren a prácticas de significado simbólico, en conmemoración o recuerdo de acontecimientos históricos de gran importancia.




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¿Pero por qué estás seguro que tu biblia es la verdadera?



¿Pero por qué estás seguro que  tu biblia es la verdadera?

La palabra de Dios,  por sí misma,  da testimonio de la verdad de cristo, y   por el espíritu Santo es revelada a sus  hijos  por amor de su nombre,  él nos da la instrucción  y  la verdad, poniendola desde el principio en nuestros corazones, y  esta verdad es  la biblia.
Creo  en este libro, como  la espada de doble filo, que  es capaz de penetrar hasta los  huesos , Dios respalda su palabra y su verdad  por el Espíritu santo,  por esta razón si tú crees que  esta  palabra no es fiel y verdadera,  dobla tus rodillas y  ora al señor, él te enseñara el camino y la verdad  pues este es un libro de fe y profecía.

La Biblia misma menciona su propia inspiración divina, en (2 Timoteo 3:16 y 17); (2 Pedro 1:21;) ( Hebreos 1:1 y 2, 1 pedro 1:10 y 11); (Apocalipcis 19:10; ) ( Juan 5:39-46;) ( Lucas  24,27). Todos sus escritores afirman que escriben y hablan por autoridad divina, bajo la dirección del Espíritu Santo, lo cual hace de la Biblia el Libro de Dios por excelencia. De hecho, es el único. Estudiando más a fondo sus características, su mensaje, su coherencia, y la manera milagrosa en que toda ella está conjugada, es evidente que es obra de una Mente Maestra. El mundo reconoce la divinidad del libro: los grandes pensadores han colocado a la Biblia en una categoría aparte, reconociendo su carácter sobrenatural.



El libro de apocalipsis  dice: Apocalipsis 22:18-19
Yo testificó a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro.

verso 19 -Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.


¿Qué es la fe?

Hay varios puntos muy importantes, los cuales debemos de tener claros… estos son:
Ningún ser humano puede crear fe… “Es Jesús el autor y consumador de la Fe.” (He.12:2)
La Fe no es ver… es creer. “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” (Hebreos 11:1)
La FE obra por el Amor. "Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la circuncisión, sino la Fe que obra por el amor".  (Gálatas 5:5)
La verdadera Fe no está fundamentada en palabra de hombre alguno, sin,  en la palabra de Dios. No es creer a los hombres; es… creer a Dios. “Así que la Fe viene por el oír,  y oír, la Palabra de Dios.” (Romanos 10:17)
La mano de Dios no se mueve por las necesidades sino, por la Fe.  “Sin Fe es imposible agradar a Dios.” (Hebreos 11:6)
Nuestras peticiones deben estar fundamentadas en la Palabra de Dios, creyendo lo que Dios dice para que sean contestadas.


“Esta es la confianza que tenemos en Él,
que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, Él nos oye.
Y si sabemos que Él nos oye en cualquier cosa que pidamos,
Sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.
1 Juan 5:14-15







La fe viene por el oír

          Jesús preguntó, "Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?" (Lucas 18:8) ¡Buena pregunta! ¿Cómo está nuestra fe? ¿Cuántos tienen fe verdadera en el Señor?

          Jesús alabó a los que tenían mucha fe. Dijo a la mujer cananea, "Oh mujer, grande es tu fe" (Mateo 15:28). Acerca de la fe del centurión dijo, "De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe" (Mateo 8:10). Pero lamentablemente dijo a veces a sus discípulos, "hombres de poca fe" (Mateo 6:30). ¿Qué diría Jesús de nuestra fe?

          El apóstol Pablo dice, "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro  Señor Jesucristo", (Romanos 5:1). Muchos han memorizado Juan 3:16: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna".

 Pero ¿qué clase de fe nos salva? "Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe ... Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta" (Santiago 2:24, 26). Santiago usa la misma palabra que Pablo usa (justificado). Por lo tanto, la fe que nos salva tiene que ser una fe obediente.

          Pero ¿obedecer qué? La fe que salva tiene que ser la que viene por oír la palabra de Dios: "Así que la fe es por el oír, y oír, por la palabra de Dios" (Romanos 10:17); es decir, no podemos creer doctrinas no bíblicas y esperar que Dios nos salve.  El evangelio es sencillo  todos lo pueden entender  y es necesario  obedecerlo (2 Tesalonicenses 1:8; 1 Pedro 1:22; 4:17). Todos serán juzgados por la palabra de Jesús: "la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero" (Juan 12:48). El apóstol Pablo habla del "día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio" (Romanos 2:16). Nos conviene, pues, estudiar con toda diligencia la enseñanza de Jesús y sus apóstoles revelada en el Nuevo Testamento.

          Es necesario tener la actitud, de los de Berea que "recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así" (Hechos 17:11). Cuando el apóstol Pedro llegó a la casa de Cornelio, éste dijo: "tú has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí en la presencia de Dios, para oír todo lo que Dios te ha mandado" (Hechos 10:33). ¡Actitud hermosa! Aunque Cornelio era un militar romano de mucha autoridad, se humilló delante de la palabra de Dios. Quería saber y obedecer su voluntad.

La decicion de creer es tuya, y si tenindo la palabra de Dios, y la verdad de Cristo, no te arepientes, y buscas su rostro ,  lamento decirte que  de Sierto moriras.