EL PRINCIPIO DE TODO.
Este es el principio de todo, que creas que Jesús es el señor, que Dios le levantó de entre los muertos y le recibas en tu corazón, le aceptes como tu señor y salvador.
Creer no es tan fácil.
A Dios nunca nadie le avisto jamás pero él se hizo visible al hombre por
medio de Jesucristo, esto para que todo el que en él cree no sea condenado sino
que tenga viva y vida en abundancia. Solo algo demanda Dios al hombre para su salvación,
CREER, creer en su hijo, el que vino en sacrificio por nuestros pecados y para
darnos esperanza de vida y salvación.
Pero creer suena fácil, sin embargo creer no es tan fácil, pues es reconocer nuestra necesidad de Dios, es reconocer
que estamos actuando mal, que no somos gratos delante de nuestro creador, es
querer una vida nueva y llena de buenas obras, es reconocer un ser superior y
entregarle nuestra vida y voluntad a nuestro creador, es saber que sin Dios
nuestras vidas no tienen sentido.
Alguien diría creer es fácil, pero esto no es de nosotros sino de Dios, que
por medio del espíritu santo nos convence de pecado y nos lleva a el camino de
la salvación por Jesucristo, el único puente entre Dios y el hombre y que por
su sangre hemos sido curados.
La salvación del hombre es un regalo
de Dios leamos: Efesios 2:8-9
Porque por
gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de
Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
Es por fe que podemos recibir el don de la salvación, ¿pero
que es la fe?: leamos Hebreos 11:1-3.
Es, pues, la fe la certeza de lo que
se espera, la convicción de lo que no se ve. 2 Por ella
alcanzaron buen testimonio los antiguos.
3 Por la fe comprendemos que el
universo fue hecho por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho
de lo que no se veía.
Así que no
es una religión lo que te predico hoy, sino las buenas nuevas de salvación por
medio dela fe, el creer en el único y
suficiente salvador que Dios el padre nos dio para que le conozcamos y llegamos
a él, buscar a Dios es buscar nuestra otra parte, esa parte que le da sentido a
nuestras vidas, y nos hace mejores cada día, enamorarnos de Dios, es tener
nuestra vida completa, vivir esperando a el señor con gozo y alegría, entrégale
la vida a él y el será fiel para perdonarte y restaurarte, no dejes que el
engaño de este mundo turbe tu corazón, Jesús
dijo: No se turbe vuestro corazón;
creéis en Dios, creed también en mí.
En la casa
de mi Padre muchas moradas hay; de otra manera, yo os lo hubiera dicho; voy,
pues, a preparar lugar para vosotros.
Y si me voy
y os preparo lugar, avendré otra vez y os tomaré a mí mismo, para que donde yo
esté, vosotros también estéis.
Y sabéis a
dónde yo voy, y sabéis el camino. Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas;
¿cómo, pues, podemos saber el camino?
6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad
y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.
No creo que
alguien necesite más interpretación, que
estas palabras tan directas de nuestro
señor Jesucristo. No es creer en fantasías creadas por hombre, ni personas, ni imágenes,
u otras enseñanzas que buscan alejar al hombre de la verdad, pero diríamos cual
es la verdad Jesús es la verdad, cual es
el camino, Jesús es el camino, y la vida cual es, Jesús es la vida, nadie llegara al padre si
no es por él, y con el estaremos cuando el venga o muramos en el señor. No te salvará
el título de una religión o rituales o grandes obras, solo el creer en él.
(Hechos 16:31).
"Señores ¿Qué debo hacer para ser salvo? (Hechos 16:30-31). Si profundizamos, sabemos que el carcelero era Romano, tal vez politeísta, como cualquier ciudadano de su época, lo importante, es que vio reflejado en Pablo y Silas una esperanza de salvación; a pesar de estar presos y haber sido golpeados, estos cantaban y oraban a Dios, cosa que el carcelero no entendía.
Sobrevino un terremoto, y las puertas de la cárcel se abrieron, el carcelero pensando que los presos habían huido, intentó suicidarse, ya que el pagaría con su vida por haberlos dejado escapar; pero, enterándose de que no huyeron , y no entendiendo su comportamiento, se dirigió a ellos y le hizo la pregunta de la cual hablamos: "Señores ¿Qué debo hacer para ser salvo?", la respuesta de Pablo fue contundente y sin ningún tipo de vacilación: "Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú, y tu casa" .
Oración:
Creer es renunciar y postrarnos ante Jesús y decirle, señor
Jesús aquí estoy hoy, he creído en tu amor y tu verdad, quiero ser salvo por
medio de tu sangre y creo que tú eres el
señor, que Dios te resucito de los muertos y que hoy tengo vida en ti, perdóname
y enséñame cuál es tu voluntad para mi vida, yo te serviré con amor y entrega, entra
en mi vida y restaura mi ser. Gracias mi
señor Jesucristo, por que hoy soy
cristiano, un seguidor tuyo amen.
Bueno una vez que realizaste esta oración, es cuando empieza tu nueva vida y el nuevo nacimiento.
Naces a una vida llena de plenitud y páz en cristo Jesús, los primeros pasos que empezarás á dar serán los más importantes, pues estos marcaran una nueva experiencia en tu vida, un principio para un liderazgo y un ministerio en la casa de Dios.
Un obrero lleno de entendimiento, sabiduría y de amor por las almas que aún no conocen el regalo que Cristo tiene para sus vidas, el que tu pudiste experimentar, ciertamente toda sabiduría y conocimiento viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra, y en él está toda plenitud de salvación.
(Proverbios 2:3-6
"Si invocas a la inteligencia y pides que la prudencia te asista; si la buscas como si fuera plata y la examinas como a un tesoro, entonces entenderás el temor de Jehová y hallarás el conocimiento de Dios, porque Jehová da la sabiduría y de su boca proceden el conocimiento y la inteligencia “
Cuando un bebé nace se le da comida blanda, pues el aún no tiene dientes para masticar y digerir alimentos duros o pesados, según el crece su comida cada vez es más sólida, pues él ya puede procesar esos alimentos. Esto lo traemos al mundo espiritual y lo entendemos como un principio, para poder traer la palabra a los nuevos convertidos al evangelio. Así mismo según crecen su alimento cada vez será más sólido y su responsabilidad para con la obra de Dios más grande, por esto estamos en el temor y la obediencia de nuestro señor para dar inicio a este discipulado.
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